¿Sufres depresión navideña?
Algunas personas tienden a sentir tristeza profunda en estas fechas, se sienten desmotivados, con una visión negativa de su vida, e incluso llegan a aislarse de los demás, se sienten solos e incomprendidos… estos son síntomas de depresión navideña.
La depresión navideña es más común de lo que pensamos. Lo que diferencia la “depresión navideña” de la depresión como padecimiento, es que se da exclusivamente durante estas fechas, alrededor de noviembre-diciembre, y este sentimiento de tristeza profunda suele pasar después de enero-febrero. Al hablar de la depresión como padecimiento no aparece y desaparece en fechas determinadas.
Pero, ¿por qué una persona puede sentirse deprimida en estas fechas en la que todo es festividad? Precisamente por esa razón, se supone que “todo es felicidad”. La realidad es diferente, no todas las personas viven en la situación que la publicidad nos muestra: familias unidas, felices, banquete navideño, muchos regalos, etc.
Hay personas que están atravesando dificultades como problemas familiares, rupturas, divorcios, desempleo, dificultades económicas, enfermedades, pérdida de seres queridos… y al ver esas situaciones idealizadas que la publicidad les muestra, llegan a sentir que no “encajan”, y eso les frustra o deprime.
Tomemos en cuenta que la navidad representa algo distinto para cada persona, y que lo principal es sentirse bien emocional y físicamente, disfrutar de la vida, trabajar en las metas, tener relaciones más sanas con los demás. Y para sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás es importante trabajar en ello todo el año, y no sólo en diciembre.
Otro punto importante es el materialismo que se asocia a estas fechas. Se vende la idea de que para expresar afecto tienes que dar regalos, como si te valoraran en base a los regalos que das, lo cual no es cierto. El afecto debe expresarse principalmente con palabras y con actos, ya que eso es lo que realmente recordamos y valoramos, no necesariamente los regalos. Y hay personas que están atravesando por dificultades económicas que se sienten frustradas por no poder dar regalos costosos, pero ni el amor ni la felicidad dependen de lo material.
En otros casos, la persona se encuentra lejos de la familia, ya sea física o emocionalmente, y en estas fechas se acentúa el dolor o resentimiento ante estas situaciones.
Pero para comprender mejor esta depresión navideña, hay que entender que detrás de una depresión se esconde una pérdida no asimilada o no aceptada. Y es importante que identifiques ¿qué es aquello que se perdió o se está perdiendo y que duele tanto aceptar? Pueden ser relaciones de pareja o amistad que se perdieron, o algún ser querido, o bien, haber perdido el empleo, etc.
Pero lo principal es que no idealices estas fechas, porque cada persona lo vive diferente. Valora lo que tienes y piensa en lo que te gustaría tener o lograr. Teniendo claro lo que puede hacerte más feliz, podrás trabajar en ello.
Y si eres de las personas que se entristecen al enfocarse en lo que se vivió este último año, pero sobre todo, las fallas y fracasos, te recomiendo que valores también tus logros y avances. Si al hacer ese recuento de los que se vivió en el año sientes que las cosas no resultaran como deseabas, piensa que siempre habrá la oportunidad para aprender, mejorar y acercarte a tus deseos.
Cambia tu actitud, permítete ser feliz con lo que tienes. Las cosas realmente valiosas son las que no se pueden comprar. Que tu felicidad no dependa de otros, ya que a los demás no los podemos cambiar… pero siempre habrá algo en nosotros que podamos cambiar para mejorar nuestra calidad de vida.
Así que:
“No pienses en lo que no pudiste hacer, mejor enfócate en lo que todavía puedes hacer. “
Recuerda que “Tú vales por lo que eres y no por lo que regalas.”
Lic. Perla de la Rosa Torres / Psicoterapeuta Y Conferencista
licenciadaperla@gmail.com
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